La publicidad del tabaco es una herramienta del comercio cuyo objetivo es promover la venta de cigarrillos, convenciendo al comprador potencial de las bondades del tabaco, con lo cual la empresa tabacalera vende físicamente un producto, pero además convence al público y le hace creer que compra valores, ilusiones, belleza, juventud, aventuras, etc., que se supone están implícitos en la etiqueta de cigarrillos que paga. El objetivo final es movilizar sentimientos, emociones y valores. La publicidad moderna, no sólo destaca las virtudes del producto, sino también los beneficios que al adquirirlo obtendrán sus consumidores.
La industria tabacalera ha conseguido varios procesos con su marketing basado en el engaño:
• Asociar el tabaco como y con valores sociales positivos.
• Establecer un "comportamiento tabáquico" en las personas.
• Instalar ese comportamiento tabáquico como un "comportamiento adulto", atractivo a los niños.
• Relacionar al tabaco con acontecimientos culturales o deportivos.
• Asociar el tabaco como y con valores sociales positivos.
• Establecer un "comportamiento tabáquico" en las personas.
• Instalar ese comportamiento tabáquico como un "comportamiento adulto", atractivo a los niños.
• Relacionar al tabaco con acontecimientos culturales o deportivos.
Publicidad Marlboro ('80)
Publicidades cigarrillos
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